Fotografía por Jeremy Yap en Unsplash
¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pescado, le da una serpiente? Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan! Mateo 7:9-11, NVI
Por muchos años no entendía por qué Jesús dio estos ejemplos. ¿Qué tiene que ver una piedra o una serpiente con comida? En realidad, Jesús quería explicar algo acerca de las cosas que pedimos en oración. ¿Le has pedido algo específico que, de acuerdo a tu lógica, es bueno? Yo lo he hecho. Sin saberlo, a veces le pedimos a Dios que nos dé una “serpiente,” aunque creemos que estamos pidiendo “pescado.” Una serpiente nos puede morder, hacernos daño. Y Dios desea lo mejor para ti y para mí. Recuerda, Él ve el cuadro completo; nosotros no. Él escucha nuestras oraciones, pero no responde a todas ellas con un “sí.”
La próxima vez que te encuentres preguntándole a Dios por qué no te ha contestado, medita en estos versos. Podría ser que te está protegiendo de una situación peligrosa, o podría ser que aún no es el momento. Confía en Aquel que ve el cuadro completo y tiene en mente lo mejor para ti.